Las 4Cs de un comportamiento adictivo: - La compulsividad por hacerlo, - El control, perdido - Continuar realizando la conducta, aunque conscientemente se reconoce que las consecuencias son negativas - Codiciar la conducta, constantemente
En el caso del cibersexo, además sostienen ese motor adictivo 3As: - Anónimo, - Accesible - Al alcance económico de todos
Esto conforma un viciosísimo ciclo que se repite una y otra vez: la preocupación, el ritual, el acto, la culpa y vuelta a empezar.
Porque me preocupo, me ocupo con eso - es la compleja manera que tengo ‘aprendida’ de regular mis emociones. Así que lo hago sin parar para aliviarme, pierdo el control, continúo aunque se que me hace daño y al concluir sigo pensando en la próxima vez que pueda volver a hacerlo.
A pesar de que a mi alrededor me digan fastididados ‘No te das cuenta que tenés que parar?’ Lo se, pero no puedo salir del bucle. Y vivo mi vida con culpa.
A Marisa no pude contarle todo esto.
Marisa vino a sesión durante casi un año. Hablamos de muchas cosas, lloró en todos los encuentros, reacomodó patrones familiares y de pareja que la debilitaban y un día dejó de venir.
En su ausencia supe por otras vías que sufría de adicción al cibersexo hacía ya mucho tiempo; nunca pudo decirlo en tratamiento, no conmigo al menos. Tuve que revisar y supervisar qué espacio no le di, qué lugar ocupé para ella que se abrió con muchas cuestiones dolorosas pero no con eso.
Donde Marisa esté, espero que le hayan contado de las 4Cs, las 3As y que haya podido aprender a expresar sus afectos de una manera menos nociva.
Y a quienes vayan a terapia (y a los que estén pensando en ir), no teman ser juzgados en ese espacio. No va a suceder o no debería, al menos. Quienes los acompañamos en ese camino para eso estudiamos e intentamos mejorar en nuestra práctica día a día.
A ustedes 𝑡𝑎𝑛 𝑠𝑜𝑙𝑜 les toca abrirse a pedir ayuda.
Comments