Muchas personas con trastorno del espectro autista disfrutan más de estar solos en su propio espacio que de sociabilizar. Por el contrario, tener que asistir a ocasiones sociales los pone nerviosos: evitan las multitudes porque se sienten agobiados por tener su espacio personal invadido.
Este temor a encontrarse inmerso en una muchedumbre recibe el nombre de 𝑜𝑐𝑙𝑜𝑓𝑜𝑏𝑖𝑎.
Dicho ésto me pregunto ¿Cómo impactará en la sociedad la prolongadísima necesidad del #yomequedoencasa y la paulatina reinserción en una rutina que nos devuelva a espacios y tiempos compartidos? Muchos de nosotros tenemos necesidad de volver a interactuar con los otros de manera fluída y habitual en oficinas, estadios, shoppings en días especiales, pero eso también conllevará al fastidio de los ‘¡Cuánta gente!’.
Sin embargo my friends, la readaptación 𝑒𝑠 posible, en algunos casos tolerando algunos síntomas como taquicardia, sudoración, embotamiento, mareos. Y siempre, siempre hablando de lo que nos pasa, cuando estemos listos, con quien estemos cómodos para hacerlo.
Cuando se pueda, volvamos a ser muchos.
"𝐴 𝑙𝑜𝑠 𝘩𝑢𝑚𝑎𝑛𝑜𝑠 𝑙𝑜𝑠 𝑡𝑟𝑎𝑔𝑎𝑏𝑎 𝑒𝑛 𝑑𝑜𝑠𝑖𝑠 𝑝𝑒𝑞𝑢𝑒ñ𝑎𝑠, 𝑚á𝑠 𝑑𝑒 𝑡𝑟𝑒𝑠 𝑙𝑎 𝑖𝑛𝑑𝑖𝑔𝑒𝑠𝑡𝑎𝑏𝑎𝑛" '𝐸𝑙 𝑎𝑚𝑎𝑛𝑡𝑒 𝑗𝑎𝑝𝑜𝑛é𝑠', 𝐼𝑠𝑎𝑏𝑒𝑙 𝐴𝑙𝑙𝑒𝑛𝑑𝑒
Comments