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La isla bonita

Esta semana nos vamos a Mallorca. Cuando dí con que la llaman la isla bonita, me resultó imposible leerlo sin Madonna musicalizando la frase aunque en la canción mencione la de San Pedro. Ella declaró que cuando la cantó ‘no era una persona que viajaba a islas hermosas’ y que debe haber visto (o recordado, agrego yo) algo más que la inspiró a escribirla.


Por mi parte y como me sucede a menudo, mi DeLorean mental me llevó al living de mi casa grande en Munro, al JVC reproduciendo la canción grabada en un TDK pisada por la locutora de la radio hacia el final -obvio- y el perfume de mi hermana traduciéndome el resto de la pop-balada.


Madonna y yo les mostramos aquí (?) que la memoria humana funciona por asociación, permitiéndonos ahorrar espacio en el cerebro y evitar que una misma escena se guarde multiplicada ocupando lugar de más. La memoria a largo plazo codifica la info, la archiva y -se supone- sabe dónde encontrarla cuando la necesita.


Si acaso cuesta dar con algo de info, debemos intentar recordar el contexto de las piezas faltantes, y de a poquiiito será más fácil aceitar los engranajes. ¿Por qué? Porque la reconstrucción de eventos se da de manera multisensorial, asi que si vamos al momento y no al detalle, los colores, olores, sonidos y texturas irán bosquejándose, dependiendo de la plasticidad cerebral para las reconexiones.


Nuestra plasticidad viene pre-activada de fábrica y podemos entrenarla hablando otro idioma, tocando un instrumento, incorporando conocimientos, etc. Es una manera de que la memoria vaya al gym.


Pero como el cerebro también necesita descansar y aunque el mío no tiene taaanta actividad, se lo merece y le voy a dar playita.


Lo hago por él 😊




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