Hoy posteé un saludo de cumple a mi mamá y justo antes de darle al botón de ‘post’ se me vino a la cabeza como un flashazo que tengo la edad que ella tenía cuando me tuvo, y lo agregué a último momento con la convicción de que si no lo hacía, estaría cometiendo una injusticia.
De pequeña me costaba un poco la diferencia generacional entre los padres de mis compañeros y los míos. Me parece ahora que muy pendiente de algo que no debería haberlo estado, ¿no? No se si es algo que nos pasa a quienes hemos sido hijos de 𝑙𝑎 𝑣𝑒𝑗𝑒𝑧 en ese momento.
La historia familiar cuenta que fui esperada con mucha ansiedad, hija del mundial y de unos padres que desafiaron el paradigma de una época. Preguntas a mi padre si yo era su nieta, o a mi si mi padre me había tenido con la misma mujer que a mis hermanas eran símbolo de la curiosidad que la gente necesitaba saciar por escapar al formato habitual.
Hoy la ventana de la maternidad se amplía cada vez más – Leí por ahí que la voz femenina del tema de Italia ’90 fue madre a los 54.
2020, mirando hacia atrás y viéndome hoy en el espejo con estos 42 -fuertes, no se si caros, pero fuerrrrtes- me pregunto: ¿Será que mis viejos habían entendido todo ya en el ’78?
Y sí, lo trabajé en terapia.
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